
cada noche al dormir suponemos que todo seguirá igual al día siguiente de manera inconciente o no, que todo mantendrá su funcionamiento como es normal, pero en realidad nadie lo garantiza, las cosas cambian constantemente, y nadie es capaz de garantizar ningún funcionamiento, al final simplemente tenemos fé o sencillamente nos acostumbramos a que las cosas sucedan como tengan que suceder, porque preocuparse y estarse sintiendo afligido por lo malo que podría ser, por las malas consecuencias, por la muerte del sol en fin hacen de todo esto algo muy triste, quizá es mejor solo aceptar lo que pasa tal y como es, sin pensar mucho a veces...