ese mar

saliendo no más no había mejor tema para conversar, todos ahí lo sabían y no tardó en llegar la descarga de cada una de las tres bocas…, lo que no imaginé fue que los veinte se convirtieron en el doble por lo que la descarga fue tremenda…, suficiente para hacer en mi una decisión y un destino.
el llamado llegó después de sumársele un bono a la descarga y cuando ya entraba, llegó para enriquecer la situación, inesperado y tarde, esto fue como el inicio, pues todo lo que descargué comenzaba a ser completamente absurdo en ese momento, esto rápidamente se me apoderó de la cabeza, sentir que por veinte dobles se conversa muy decididamente y luego como que todo fue solo eso, una conversación…, me molestó…, y con una buena molestia viva las que en otro momento se toleran, se pueden volver intolerables…
así, sin remedio, me hundí de nuevo en ese mar, que ahora lo veía claramente, era una mar grosera y tosca y ya no quería estar más en esas aguas, escandalosas y burdas, pero para mal mío, resulta que lo que hizo fue sumarle porquería a la porquería, y yo en medio sin escapar…, instante caliente y sofocador…, pero como siempre… pasó… pasó…, y luego vino la calma, pero apenas pude, me dije un adiós a nadie…, necesitaba escribir y alejarme.
calma, calma, parce moreno…