las técnicas sencillas para la mutilación sin dolor

motivado por mi nuevo descubrimiento, producto directo de una clase sobre las técnicas sencillas para la mutilación sin dolor, me puse en búsqueda de mi alma. realmente ansioso y animado por esta clase, llegué a mi casa y esperé a que todos se acostaran para que rodeado de la tranquilidad y silencio de mi cuarto, comenzar con este experimento. comencé sacándome uno a uno los dedos de los pies, sintiendo cada vez que me quitaba uno de los dedos la sensación de no tenerlos ahí, luego me zafé el pie derecho que nunca pudo patear bien una bola y de seguido el izquierdo, sin detenerme mucho me quité los tobillos y me toqué las rodillas, algo que siempre había querido hacer sentir mis piernas hasta las rodillas, después me quité las dos piernas por completo, estaba sentado en mi cama, y ahora no podía echarme a atrás, me castré y comenzó por fin un leve cambio, vi mi capadura y me sentí un poco más libre, después seguí con mi pene…, completamente capado me acosté en la cama e inicié ahora por quitarme los intestinos, y el otro montón de órganos que no se identificar muy bien, decidí quitarme de una vez todo el brazo izquierdo, me quité los pulmones y los miré un instante, lástima que no tenía nada para compararlos, nunca sabría si son más grandes por haber soplado por 6 años, pero bueno, ni modo… después de mis pulmones quité algunos de los huesos que me quedaban por ahí, dejando solo los necesarios para sostener mi brazo, miré mi corazón y lo arranqué, no me sentí más extraño y pues bueno, seguí adelante… con cuidado de quitar solo lo necesario, ya que no quería cometer un error tonto y quedarme sin terminar mi búsqueda, me quité la mandíbula, los dientes y la lengua, me quité el pelo…, cuando me quité la nariz recordé a marichal una vez que iba con él en el bus después del cole…, me quité las orejas y lo oídos, esto si fue un poco diferente, porque claro, era absoluto silencio, nunca más iba escuchar de nuevo, fue raro, y me quedé un instante solo así, escuchando el silencio, escuchando mi cabeza, ahora si me sentía cerca de algo, tal vez ya estaba cerca, estaba cerca de mi alma, de mi mismo…, me di otra pausa y me quité los ojos… ahora el miedo me dominaba… ¿y si no tenía alma? ¿qué iba a hacer si no tenía alma? que tonto me comencé a sentir, me hubiera esperado a llegar naturalmente a una situación como esa, ahora ya no podría vivir las cosas que me quedaban por adelante, ver que iba a ser de mi y de todos los que me conocían y compartían su vida con migo… tanto silencio y oscuridad me puso nervioso, e involuntariamente, quizá por mi desconcentración comencé a sentir un pequeño dolor en lo que quedaba de mi garganta, la tenía seca, y no podía poner mi cabeza en alto, el dolor comenzó a ser más intenso y en lugar de seguir los pasos que había aprendido hace algunas horas, comencé a agitarme y desee gritar y pedir ayuda, gritar, volver a tener mi cuerpo, pero en lugar de esto el dolor era más intenso, la garganta me ardía ya y comencé a sentir demasiado dolor en todas mis partes ahora mutiladas, el dolor era tanto que no pude recuperar el sentido, me había convertido en una sensación, en la única que me quedaba después de mi pensamiento, en el dolor, yo era el dolor, y no pude dominarlo, no pude seguir los pasos y concluir mi experimento, perdí la razón y después de eso no recuerdo nada más solo dolor, creo que todavía no estaba listo para realizar una mutilación tan grande, desperdicié mi vida así nada más, por desesperarme por buscar algo que quizá no necesitaba de todo eso que había hecho, lástima que no me pude despedir de nadie, y lástima que me apresuré tanto en tomar esa decisión, me dominó el miedo… que desperdicio de vida…