como el títere de un vago, siento el cordón que jala de mi cada vez más todavía... claro, aún sin formar parte del elenco mayor, del cual se de sus peores condiciones, pero aún así mi más profundo deseo vuelve a mi, infantil como siempre, estúpido, ilógico, hasta imposible... desde que por puro azar vine a este planeta, los cordones comenzaron a sujetarme, desde mi cabeza hasta cada una de mis extremidades, soy producto de todos ustedes y debo vivir así por siempre... como quisiera poder librarme y dirigirme a ese algo que deseo, pero que no conozco y no puedo imaginar, por eso, me gusta morir poco a poco...
domingo, 8 de marzo de 2009
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