martes, 31 de julio de 2007

paisajes


me encantan los atardeceres, una vez tuve una pequeñísima discusión, nada rica en el intercambio de palabras..., los contrarios defendían el amanecer como uno de los paisajes más bonitos del día, pero a mi particularmente no me despierta mayor ilusión, siempre creí que primero todo estaba oscuro, la parte del día más oscura de todas y de pronto salía el sol y listo, luz..., pero no, primero se va iluminando todo y al rato ya demasiado cantado sale el sol (jeje, por si alguien no ha visto un amanecer...), en cambio no sé porqué los atardeceres son para mi tan atractivos, siempre hay colores diferentes, y el hecho de observar como desaparece el sol y luego al ratito estar envuelto en la oscuridad, además de ser visitado por estrellas o por la misma luna, además existe como cierta sensación que me agrada y especialmente en la playa, me gusta tanto... Como no quiero disgustar a nadie, la foto se trata de un atardecer pero inverso, que vendría a ser como un amanecer, así creo que nadie se enoja...

lunes, 30 de julio de 2007

desde adentro


ellos no se preguntan porqué, solo juegan, ríen, se divierten, pelean, se gritan, se abrazan, se regañan, se quieren, no parecen preocuparse por nada más, no saben el poder que tienen sobre mi, cuando vengo con la cabeza en otro sitio, con temores, pensando en cosas extrañas que me podrían suceder en cualquier momento presente, cercano o futuro, cosas que quizá son de lo más ridículas, pero que aún así crean en mi tantos sentimientos negativos, tanto miedo, o inestabilidad, ellos logran en mi estabilidad, me vuellven a sentar, hacen que pueda solo estar acá y no irme a ningún otro sitio, quizá por esto no he querido escapar.

lunes, 16 de julio de 2007

sobre sueños...

estaba en la casa, no estaba solo, porque en la parte del medio, o en la planta que da al suelo, o al nivel normal, es decir, la primer planta, era grande, bien espaciada, una de esas cocinas de diseño arquitectónico sofisticado, elegante pero sencilla, gris, todo era en tonos grises y oscuros..., más allá tenía de esos vidrios que dejan ver al patio, en esta planta estaba la sala, pero no vi muebles ni nada, solo espacio o solo vi por donde tenía q pasar..., no vi más. Subí a la planta más alta y era todavía mejor, había un espacio en el suelo como que dividía el piso en dos, también lo vi, pero nada, solo espacio, entonces bajé, a la planta baja, o como el sótano, pero no era un sótano, solo que estaba por dedajo del nivel de la calle, ahí estaban varios de ellos, no reconocí a los demás, pero no me parecian desconocidos, eran como tres o cuatro, no sé, pero el que sí reconocí fue a Juangui, estaba ahí, creo que estaban en la compu, todavía menos raro, siempre escuchan música, o lo que sea, este piso estaba como al lado de la cochera, y era muy diferentes a los demás, porque era menos espacioso, habían muebles, mesas, sillas, era como sucio, y la pared blanca, y colores cafés, una casa más normal para mi. entonces no sé exactamente como, pero él llamó a pedir comida, y pues resulta que vi cuando llego el que traía la comida, pero venía en un carro rojo bastante moderno, bastante diferente a la típica moto de siempre, y me tocó atender a mi, era pizza, pero era demasiada pizza, y yo por curiosidad le pregunté, ¿cuánto era? y me dijo que ciento cuarenta mil, yo de inmediato pensé en Juangui, pero se desapareció, y nadie sabía en donde estaba, luego pasaron cosas que no recuerdo bien, el de la pizza se fue, y en eso encontré a Juangui, estaba escondido entre los sillones, asustado, agitado, muy nervioso, con su mirada hacia afuera de la casa, me hacia pensar en que lo querían dañar, en que querían como cobrarle algo, que él le debía algo a alguien, pero se escondía...

viernes, 6 de julio de 2007

viajero

se fue..., es fugaz, ligero, volátil, veloz pero muy lento a la vez, desapareció así como vino, solo el azar decide si podrá volver de nuevo, si se quedará o se marchará para siempre, quizá una pista me haga recordarlo una vez perdida o dos o tres, o las veces que sean a lo largo de todo el viaje, pero nada es seguro, nunca nada lo será, de eso también estoy seguro, no sé cuando, no sé cuál momento, y si lo supiera ahora, no sé si mañana también lo sabré, cuáles llegarán con migo al final, cuáles por más insignificantes que tal vez hayan sido en su momento serán los escogidos para estar en ese prestísimo resumen, ligero y veloz, pero con esa sensación de pausa, de detalle, pero nada me lo garantiza, ni nadie me lo garantizará, es como una ironía, como una burla, maquinitas de recuerdos, sentimientos, sensaciones, para otros es solo estar, nada más estar, algo así como vivir

el cielo


el cielo es un lugar donde todo está bien, donde hay paz, armonía, estabilidad, bienestar, donde no existe la sensación del mal, donde no hay problemas, donde no hay de que preocuparse, donde no hay necesidades, donde no hay hambre, miedo, sufrimiento, dolor, guerras, conflictos...
el cielo es un lugar donde no hay sensación de yo, no hay sensación de usted, no hay sensación de individualidad, el cielo es un lugar donde no pienso en nadie, porque todo está bien, es como desaparecer, es hacerse como el viento, como el agua, o como el falso fuego...
el cielo es hacerse parte del universo, es hacerse cósmico, espacial, infinito, es no tener recuerdos, porque los recuerdos están ligados a lo físico, y lo físico está ligado a los problemas, a la inestabilidad
el cielo es ese último momento de la vida, en el cual si no hay paz, nunca la habrá, su sensación de individualidad desaparecerá con esa sensación, desaparecerá con ese sabor, hasta podría ser tener suerte...
el cielo está ahí siempre, en cualquier momento todo se puede acabar y todo lo que se creyó, se aprendió, se sintió y vivió se acabará, es esfumará, solo los que lo rodeaban podrían revivir algo, pero solo como una copia, nunca como esa verdadera esencia
el cielo es un estado, no una sensación, es lo eterno, es más que el bien y el mal, el cielo es la verdad y la mentira, es algo que nunca podremos sentir ahora, el cielo es completamente no humano
en el cielo no veré a mi abuela ni a mis padres, en el cielo veré todo y veré nada

complejidad

Las cosas se complican, son más difíciles, más complejas y es inevitable detenerlas, solo un acontecimeinto radical, algo que logre salirse de la línea que se está trazando lo detendría, pero a menos que algo así suceda, formamos parte de esta línea que se ha trazado desde siempre o por lo menos de lo que uno pueda llamar siempre... Aún así es agradable cuando se logra dominar alguna de estas, alguna o cualquiera que fue antes dificil, y es interesante que el tiempo siga constante sin detenerse sin importarle nada, y pensar que con este mismo tiempo todas las personas hacen y deshacen y solo depende de uno mismo, administrar este tiempo de forma que con mucho esfuerzo o quizá con suerte lo lleven a lograr metas que se desearon o que no se imaginaban, es algo así como el destino, pero muchos no creen en él, así que es como, caminar y decidir, caminar y decidir, siempre dentro de la línea, o fuera de ella, uno decide, pero es dificil decidir, por lo menos para mi...
 
Licencia Creative Commons
Este obra de Jorge Chinchilla Dannenberger está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.